Dos meses antes ni se me hubiera pasado por la cabeza que podría darte la razón en algunas cosas, y si ... me dirijo a ti porque para mi eres el claro ejemplo de la situación a la que creo que me estoy enfrentando ahora. Y no se... igual te estoy empezando a entender en algunas reacciones, en las indecisiones y en la inseguridad, en el miedo de elegir, de decidirse, de apostar. No estoy diciendo que este bien lo que me hiciste o lo que estoy haciendo con otras personas, sino que de alguna manera te entiendo y eso me da rabia. Tengo miedo, me siento insegura e incoherente, no me había puesto nunca en tu situación porque pensaba que era imposible vivirlo así, enfrentarlo así... y ahora estoy perdida, desubicada y sin saber que hacer, como actuar para que nadie sienta lo que sentí yo hace ya algo de tiempo, y no se ... no sabia lo difícil que era elegir porque yo siempre apostaba por ti y ahora ... ahora que ya no eres el centro de mi mundo, ni las piezas de todo un puzzle, ahora que me estoy empezando a sentir libre, independiente, zas, ocurre.
Se perfectamente que no se puede ir a dos sitios a la vez, también se que siempre a la hora de decidirse por algo o por alguien te tira más una persona que otra, pero juro que no se que hacer, no se por quien decantarme, por quien darlo todo como cuando lo di contigo, simplemente creo que no lose porque tu inconscientemente me dejaste ese miedo en el cuerpo que me hace tirar hacia atrás. Y no, no estoy dispuesta a que ellos pasen lo que pase yo en aquel tiempo, porque se de primera mano que es horrible, que te destroza y te come por dentro. Hay una cosa que tengo clara, me tengo que decidir, me tengo que decantar, tirar a la piscina o como se quiera llamar pero lo necesito y mas por ellos que por mi porque no estoy dispuesta, mas que nada no estoy dispuesta a portarme y a jugar como hiciste tu.
Nadie... NADIE se lo merece, hasta ni tu.
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