Pensemos por un instante, recapacitemos todo lo que hemos experimentado desde que vinimos al mundo y ahora, cierren los ojos ... deténganse en lo que lleváis dentro, en esas cosas que no se ven a simple vista y que necesitan algo más de tiempo para hacernos comprender porque las sentimos así, acepten esa manera de ser que os acompaña a cada zancada , a cada minuto ... prometeros a vosotros mismos ser fieles a vuestros principios, a vuestros valores y a vuestra voluntad y nunca le den la espalda al corazón, déjense aconsejar por ese órgano que nos da vida y nos hace ser lo que somos. A veces no hay mayor enemigo que uno mismo, nos limitamos, nos arrojamos al vació sin percatarnos que en esta vida todo comienza y todo termina y que no hay mucho tiempo para poder saborear tu paso por este universo de sensaciones.
Ángela Cuena.