Tengo miles de cicatrices guardadas en el ultimo cajón de mi mesita de noche, cerradas con llave, pero tengo otra, otra lo suficientemente grande y poderosa clavada y guardada que ocupa mas o menos todo mi corazón. Es una cicatriz diaria, una cicatriz bipolar, fuerte, explosiva y a pesar de todo bonita. Todavía no la he guardado en el ultimo cajón de mi mesita, creo que no esta lo suficientemente sellada ni yo estoy lo suficientemente preparada.
De pequeña cuando me caía y veía la típica herida en la rodilla, la que suele marcar miles de momentos de nuestra niñez. Tenia miedo, miedo a que me quedara la rodilla marcada para siempre, a que nunca se curaría. Después ya aprendí que las heridas curan y cicatrizan, que depende simplemente del tiempo.
En realidad tener cicatriz no es malo, significa que vives, te equivocas y lo arreglas, significa que renaces, maduras e incluso aprendes, una cicatriz significa mucho mas que una simple chapuza en la rodilla o en el corazon. Una cicatriz significa grandeza, sentimiento y fortaleza. Por eso mismo como me dijo mi abuela, cada cosa lleva su tiempo y cada herida dependiendo de lo grande o minúscula que sea necesita más o menos. Pero al final se vuelven humo, recuerdos lejanos que poco a poco se van quedando encerrados, en la esquina del ultimo cajón, si...ese,el de los recuerdos.
# El dia que tenga el valor de convertirte en cicatriz y guardarte en uno de los muchos cajones de recuerdos que llevo en la espalda, seré otra o volveré a ser yo.
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