Al principio me daba impotencia no poder demostrarles al mundo todo lo que había visto en ti, hasta donde me habías dejado entrar y lo que me estabas enseñando, lo que valías, no lo quería demostrar para fardar de ello, bueno si, reconozco que un poco si, pero... también, lo hacía, para que, el mundo pudiera aprovechar y disfrutar (aunque fuera un poco y de diferente manera) lo que había llegado a ver en ti. Después, ya, lo comprendí,todo. Comprendí que, era la única persona que podía llegar hasta ti y que no era algo aleatorio, que lo hacías aposta. Comprendí que a ti el resto del mundo te daban igual porque solo querías y luchabas por que lo llegara a ver yo. El tiempo hace su trabajo, porque levantarme cada mañana y saber que te tengo a mi lado es un regalo que se va haciendo cada día más y más grande. Lo mejor que me podías dar ya me lo has dado y me lo sigues dando cada segundo de mis días, no hablo de anillos caros ni de vestidos de gala (simples regalos mundanos) hablo del amor y de la esencia que hay en ti de lo que me dejas disfrutar cada día.
No me llegan las palabras para poder explicarte cuanto te quiero.
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