Y así, los últimos resquicios de sol se van atenuando mientras las hojas de los arboles se empiezan a posar en el suelo poco a poco. Dejándonos un poco de tiempo, el aire se va enfriando y el azul cielo se convierte en gris suelo. Las mañanas envueltas entre las sabanas se van convirtiendo de nuevo en rutina, silencio agrio, luz tenue y unas ganas retenidas de comernos el mundo a mordiscos. El tiempo no espera por nosotros, nunca lo a echo y no lo va a hacer ahora, por eso cuando nos sentimos perdidos recurrimos a los recuerdos y cuando nos sentimos solos recurrimos a las personas que sencillamente nos buscan. Mientras, mis ganas por que empiece el dichoso otoño son nulas, esto conlleva a mañanas interminables sentada en la misma silla un día tras otro, vivir a base de rutinas y tomar colacaos deprisa y corriendo todas las mañanas, es curioso, lo único que me da fuerzas para levantarme con una sonrisa es saber que estas, que sigues a mi lado. Ha sido un verano diferente, diferente a como me lo esperaba e imaginaba pero no quita que haya sido genial, genial a su medida. Le he disfrutado contigo, conociéndote y queriéndote cada día más, quien me iba a decir a mi que me esperaba alguien como tú, aquel chico que hace un puñado de meses era un completo desconocido. ¿Sabes? Estoy segura de que no fue amor a primera vista pero recuerdo que cuando te conocí vi algo, algo diferente que sorprendentemente y después de todo pudo ir a más. Ahora, unos cuantos meses después veo y siento las cosas diferentes, me veo diferente o que se yo. Nos a dado tiempo a tener buenos y malos momentos, nos ha dado tiempo a reír y a enfadarnos, a conocernos y a complementarnos, a respetarnos y a querernos...tienes muchísimos defectos y esos, tus defectos son los que han colaborado para que me enamore de ti. Perdóname por si alguna vez as sentido que iba a tirar la toalla, por si pensabas que te iba a dejar solo, que me iba a ir con mi vida y con mis sentimientos a otra parte. Te quiero y eso supera todas y cada una de las cosas, si, lo se, se que es difícil y que no puede ser una historia normal, admito que hay veces que me veo incapaz de tirar por los dos, de hacerte feliz y de ser fuerte, hay veces que he sentido que me sobrepasaban las circunstancias , que me acobardaba y que estaba muerta de miedo. Pero siempre he seguido adelante por ti y por mi, por los dos, por lo que me has dado y por lo que me das, por lo que siento y por lo que me haces sentir cuando estoy en tus brazos. Créeme cuando te digo que tu eres el que me has salvado a mi, no yo a ti, créeme cuando te digo que esto, lo nuestro, no lo cambiaría por nada del mundo.
- No olvides que te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario